El juego es algo inherente en el ser humano, aprendemos a través del juego, desarrollamos habilidades y nos preparamos para afrontar el futuro. Cualquier cosa puede convertirse en un objeto lúdico, y en eso son expertos los peques de la casa, pero si bien es cierto que los niños deben jugar solos, para potenciar así su imaginación y creatividad, no podemos dejar pasar la oportunidad de jugar junto a ellos de vez en cuando.
Jugar en familia, a diferencia de lo que piensen muchos, es una de las actividades más importantes que se puede realizar con los niños. Conlleva un montón de beneficios para el estado emocional de los peques. ¿Te quieres enterar de algunos de ellos? Aquí te van 7 de los más relevantes.
- Se crea un vínculo especial entre padres e hijos.
En las pequeñas cosas cotidianas se encuentran los mayores beneficios para crear ese vínculo de amor y cariño que existe entre ellos. Se desarrollan con pequeñas acciones como: prestarle atención, escucharlos, darles autonomía y por supuesto jugando con ellos.
- Ayuda al aprendizaje.
Hay muchos valores y conceptos primarios que se pueden trabajar a través del juego. Las matemáticas, ciencia o historia por poner un ejemplo, son algunas de las materias que se pueden emplear en los momentos lúdicos. Por otro lado, podemos trabajar valores tan importantes como el trabajo en equipo y el compañerismo.
- Fomento de habilidades sociales.
Varias habilidades sociales se pueden entrenar a través del juego, por citar algunos ejemplos, tenemos: respetar el turno de los demás, saber escuchar activamente y empatizar con otros.
- Mejora la autoestima.
Su autoestima crece siempre que los peques se sientan escuchados y bien atendidos. Porque notan que sus inquietudes, sus cuestiones y sus ideas son consideradas importantes también.
- Equilibra el bienestar familiar.
La tranquilidad y la paz interior que provoca en los niños el pasar rato con sus padres en un entorno lúdico, es incalculable. Ellos crean el sentimiento de que sus padres siempre estarán allí para ellos, pues dedican tiempo en atenderles.
- Ayuda a expresar sus sentimientos.
Dentro de los momentos de juego los niños sufren cambios emocionales bruscos, pueden pasar de alegría a la tristeza pues de ganar pasan a perder, o sienten rabia y frustración por no conseguir lo que se proponen. Por eso cuando juegas con tus peques es tan importante ayudarles a procesar esas emociones y reconducirlas por el buen camino.
- Favorecen su atención y concentración.
Cuando jugamos necesitamos estar muy atentos y concentrados bajo el propósito de salir ganador, por esa razón es tan importante elegir juegos que favorezcan esta competencia sana.
Como padres, debemos recordar siempre que somos modelos a seguir para nuestros hijos, así que debemos tener una buena actitud en todo momento que estamos juntos a ellos.
Al conciliar el tiempo libre que tienes, es bueno planificar esos momentos de juegos en familia que van a favorecer tanto a los niños. Proponiendo juegos que animen a los peques a trabajar en diferentes valores y emociones que tanto bienestar les reportará en el desarrollo de su personalidad.